En los últimos años, el movimiento feminista ganó espacio en el Paraguay y en la región. Miles de mujeres salieron a marchar cada 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer Trabajadora), cada 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres). Y, si bien es cierto que la historia de la lucha de las mujeres tiene larga data en Paraguay, hoy logró traspasar los límites de la academia, las organizaciones no gubernamentales y las agencias internacionales, para dar paso a una nueva generación que está dispuesta a desafiar todo orden establecido.
Por Clemen Bareiro Gaona*
Las integrantes de la articulación Kuña Sorora no son la excepción: mujeres jóvenes, con edades que van de los 14 a los 25 años, y que habitan en 13 departamentos del país. Son estudiantes, trabajadoras y activistas, que se ven y se nombran a sí mismas como feministas. Lo que quieren: lograr que más mujeres se integren. También, que los hombres se formen y aprendan desde el feminismo. Creen en que otras formas de construir son posibles: unas que sean más amigables y que consigan desarmar la argumentación que los sectores antiderechos han montado sobre los feminismos.
La articulación toma en su nombre la palabra mujer (kuña) en guaraní y a ella le suma sororidad (hermandad entre mujeres), como reivindicación feminista. Rescata la raíz guaraní de la mayoría de la población paraguaya y expone una discriminación latente en Paraguay: la representación política ejercida por mujeres es menor al 20% y las comunidades indígenas tienen una nula o escasa participación.
Al decir de las integrantes entrevistadas para esta nota, Kuña Sorora tiene muchas proyecciones como organización. Una de las cuestiones más importantes para ellas es escalar como articulación, poder sostener relaciones concretas en cuanto al feminismo y que esto sea organizado por adolescentes y jóvenes. Además, buscan que sus redes se conviertan en una plataforma que sirva para debatir de manera amigable todo tipo de tabúes, mitos y prejuicios que existen alrededor del feminismo, así como alrededor de otros temas, generalmente usados por los sectores más conservadores para generar confusiones en la opinión pública.
Concientizar sobre la violencia de género y cualquier tipo de discriminación en diferentes espacios, ya sean colegios, escuelas o comunidades, es uno de los ejes que las Kuña Sorora trabajan, para avanzar en sus objetivos.
Las voces de las protagonistas
Daysi Hume es estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) e integra el Consejo Consultivo Joven del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Cuenta que, con la experiencia que traían de tres organizaciones diferentes, un grupo de mujeres jóvenes decidió juntarse y crear Kuña Sorora. Esas tres organizaciones son la Red Enrédate, que realiza trabajos comunitarios con juventudes; la Unión Nacional de Estudiantes del Paraguay (UNEPY), que articula centros de estudiantes del país, y Ofensiva Universitaria, que lucha por una educación pública, gratuita y de calidad.
La primera acción que realizaron fue organizar talleres, aunque la tarea central era crear una articulación de mujeres que fuera más allá de esa acción: más bien, crear un espacio para pensar y construir una sociedad diferente, desde una perspectiva feminista.
“La idea era poder encontrarnos y debatir, discutir sobre las distintas realidades y cómo podemos transformar nuestros espacios, desde esa mirada feminista que planteamos. Cómo podemos, incluso, hacer llegar nuestras propuestas fuera de la propia organización”, explica Daysi.
Para Preciosa Martínez Bernal, estudiante de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional del Este[1] (UNE), la idea con Kuña Sorora es instalar el debate sobre la violencia de género, que existe y está sumamente normalizada. “Instalar ese debate tanto en nuestras organizaciones, así como afuera de ellas”, puntualiza Preciosa. Además, agrega que uno de los objetivos es que las tres organizaciones tengan un protocolo de género para la militancia. “Instalar consignas feministas dentro de nuestras organizaciones: por ejemplo, pensar cómo es la universidad que queremos e impulsar un protocolo para todas las facultades o para todas las universidades”, enfatiza.
La idea que las impulsa es hacer visible el protagonismo de las mujeres en la sociedad. “También, visibilizar a las mujeres jóvenes, que están articulándose, trabajando en sus espacios”, señala Preciosa.
Daysi cuenta que están trabajando con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur a través del programa Mujeres en Altavoz, en un proyecto que busca visibilizar el trabajo de las mujeres en pandemia. “Lo empezamos el año pasado, con la intención de visibilizar a las mujeres jóvenes candidatas para las intendencias municipales, pero tuvo que cambiar, dar un giro, porque por la pandemia se suspendieron las elecciones”, resume.
“Entonces, el proyecto se enfocó en reconocer el trabajo de las mujeres en el marco de la pandemia. Cómo ellas estuvieron poniendo el cuerpo y ayudando a sostener la crisis”. Daisy agrega que Kuña Sorora surge a partir de la participación en un proyecto apoyado por el FMS, a través del programa Liderando desde el Sur: “Ese proyecto, implementado por las compañeras de la Casa de la Juventud, hizo que llegar a nuestras comunidades, a nuestros colegios, a nuestras escuelas y universidades, talleres con perspectiva de género. Así, instaló el debate sobre la violencia y la discriminación contra mujeres y disidencias”, completa.
Con los talleres, las jóvenes buscan que los hombres también se involucren en la discusión sobre el patriarcado, de manera amigable y con mujeres que se formaron para el efecto. El proyecto ofreció capacitación a 50 mujeres para llevar adelante los talleres. Además, está planificada la realización de un festival que, por la pandemia, será virtual. “También, pensamos en una muestra de arte joven con la gente que participó en nuestros talleres y que es artista. Para que puedan visibilizar, a partir de nuestra plataforma, lo que están haciendo y su trabajo en general, visibilizar un poco el arte en tiempos de COVID”, expresa.
Una de las ideas que viene impulsando Kuña Sorora, que excede los proyectos y más bien surge como una respuesta a los cuestionamientos que se van generando a partir de las distintas actividades que realizan, es concretar transmisiones en vivo, en las que conversen entre referentes de las organizaciones, en un primer momento, para luego charlar con profesionales de diferentes áreas y debatir temas de actualidad que les permitan repensar sus propuestas y fortalecer sus organizaciones, siempre desde una mirada feminista.
Algo que destacan estas jóvenes referentes es que las mujeres que integran la articulación provienen de diferentes ciudades del país. “Somos mujeres jóvenes, adolescentes de todo el país las que estamos conformando Kuña”, puntualiza Daysi.
Finalmente, anuncian que Kuña Sorora proyecta ampliarse más allá de las tres organizaciones que actualmente la conforman y llegar a las mujeres que se sientan representadas con las ideas que plantean desde la articulación. “Es algo que queremos hacer, abrir el espacio no solo a las compañeras de las organizaciones, sino también a otras mujeres que se sientan identificadas con las reivindicaciones que sostenemos”, concluye.
*Clemen Bareiro Ganoa es socióloga. Trabajó en la elaboración, monitoreo y evaluación de proyectos sociales, además de investigaciones dentro del Centro de Documentación y Estudios (CDE. Paraguay). Trabajó en la Dirección de Políticas Sociales de la Secretaría de Acción Social (SAS), actual Ministerio de Desarrollo Social, y en la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Las imágenes usadas en esta nota son gentileza de Kuña Sorora. Puedes conocer más de la organización en: Facebook e Instagram
[1] La Universidad Nacional del Este es una Universidad pública paraguaya, con sede en Ciudad del Este, la capital de Alto Paraná.