El informe es una sistematización y análisis de las estrategias que las organizaciones que apoyamos desplegaron para seguir ejerciendo su activismo en el marco de la pandemia. Tiene un doble propósito: disponer de información basada en evidencia para tomar decisiones, y aprender, visibilizar y promover la generación de más y mejores estrategias para abordar el impacto de la crisis en organizaciones que luchan por la igualdad de género y los derechos de las mujeres, niñas y personas LBTIQ+ en la región, desde un enfoque feminista e interseccional.
Escasa disponibilidad de recursos, sobrecarga de tareas de cuidado, limitación de los encuentros e impedimento de la movilización ciudadana fueron algunos de los desafíos que las organizaciones enfrentaron y que las obligaron a una reconfiguración del activismo para adaptarse a la situación de emergencia.
El informe que hoy presentamos analiza ese contexto y, a partir de información otorgada por las propias organizaciones, ordena las acciones impulsadas en diez estrategias centrales: pasaje a la virtualidad y fortalecimiento de la capacidad tecnológica; respuestas comunitarias; comunicación y difusión de información; concientización y sensibilización; cuidados; incidencia y monitoreo de medidas de gobierno; generación de conocimiento, recuperación de saberes y espacios de diálogo; desarrollo y fortalecimiento de capacidades, y coordinación y trabajo en red.
A su vez, el informe destaca que, si bien el foco del activismo siguió siendo el mismo –la defensa de los derechos humanos de las mujeres y personas LBTIQ+ y la igualdad de género–, cambiaron las prioridades.
Y que ese cambio es una respuesta enraizada en el sentido mismo del activismo: “Si la realidad devuelve una demanda por atender necesidades básicas, ese apoyo coyuntural tiene un significado político. No solo porque las organizaciones suelen acompañarlo con un trabajo de concientización sobre derechos, sino porque les permite construir lazos aún más profundos con las comunidades. Y porque el activismo es político, querer vaciarlo de contexto implica convertirlo en una cuestión meramente técnica que no conduce a la transformación social”.
Agradecemos a Aileen Allen por su trabajo de sistematización y análisis y a quienes hicieron posible la publicación de este documento, clave para potenciar nuestro trabajo apoyando al activismo feminista y a las organizaciones que trabajan por los derechos humanos de las mujeres y personas LBTIQ+ en Argentina, Paraguay y Uruguay.
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